Ahora las empresas podrán aportar a campañas electorales.
Finalmente, en la Cámara de Diputados se sancionó la nueva ley de financiamiento político con 147 votos positivos y 69 negativos, tras la media sanción del Senado gracias al acompañamiento del massismo y del bloque Argentina Federal.
El proyecto aprobado permite a las empresas privadas figurar como aportantes en las campañas electorales. Esta reforma habilita las contribuciones de los privados con un tope por empresa del 2% del total permitido por la Justicia para esa campaña.
También disminuye del 10% al 5% el espacio que los medios audiovisuales deben ceder a los partidos en período de campaña, una medida que se concibió para descongestionar el caudal publicitario que en elecciones anteriores saturaba a las audiencias. Comenzará a estar vigente en las próximas semanas.
Para el diputado Pablo Tonelli (PRO) la iniciativa “restablece el financiamiento mixto de los partidos» en campañas”, “evita la informalidad” al prohibir las donaciones anónimas, y le devuelve a “los ciudadanos el derecho a contribuir en el desenvolvimiento ordinario” de las agrupaciones políticas.
En contra del proyecto, el titular del interbloque Red por Argentina, Felipe Solá, consideró que la prohibición de las contribuciones de compañías «debe ser absoluta», y opinó que el financiamiento de la política “debe estar absolutamente en manos del Estado”. En la misma sintonía, el jefe de la bancada FpV, Agustín Rossi, cargó contra el financiamiento privado y reivindicó al Estado como “el gran distribuidor, en éste como en tantos otros temas”.