Se vienen las vacaciones de invierno y, si algunos no tienen chicos en edad escolar, la rutina laboral sigue igual que siempre. Pero, seguramente lo van a sentir un poco en el medio ambiente: que hay menos actividad y la normalidad cambie un poco.
Y si bien hay algunos beneficios de descansos que no nos tocan directamente, sí puede ser indirectamente: ¿nosotros qué hacemos con el tiempo libre de los otros? En general, cuando venimos muy exigidos nos agarra el estrés del descanso.
La idea es que el árbol no te tape el bosque porque al final del día te vas a quedar con eso: el bosque de afectos y emociones y que tal vez los períodos de descanso te permiten recibirlos y disfrutarlos mucho mejor.
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