El hombre, fisicoculturista tenía denuncias por violencia por parte de otras parejas y uno de sus hijos. Patrulleros y perros buscan a Llanos, el sospechoso que está prófugo.
En medio de la búsqueda desesperada de una pareja desaparecida en Los Toldos, efectivos bonaerenses encontraron un cuerpo femenino calcinado a la vera de un camino rural de la localidad bonaerense de San Emilio.
Investigan si se trata de Analía Maldonado, la mujer de 40 años que era buscada intensamente junto a su pareja Samuel Llanos. El cuerpo estaba adentro de una bolsa parcialmente calcinado y fue detectado durante los rastrillajes para dar con el paradero de ambos.
Fuentes policiales y judiciales confirmaron a NA que además se encontraron cerca del lugar donde estaba el cuerpo, elementos que corresponderían a la parrilla de la casa que compartía la pareja.
La última vez que Analía había sido vista fue en la noche del domingo cuando discutía con su pareja Samuel Llanos un fisicoculturista con antecedentes de violencia de género que también está desaparecido.
La búsqueda se concentra ahora en Llanos como sospechoso de cometer el femicidio en la madrugada del último domingo.
El hombre de 40 años y fisicoculturista, que está prófugo, tiene numerosos antecedentes por violencia de género: desde 2009 había sido denunciado al menos diez veces.
Quién es Samuel Llanos
Es dueño de un gimnasio ubicado en calles Pueyrredon y Ignacio Coliqueo. Tiene 3 hijos de 21, 20 y de 9 años (los dos más grandes con Natalia Zárate, y otro con Antonela Coliqueo).
Trabajó como agente municipal de tránsito, desde el 4 de junio de 2013 al 1 de abril de 2017. Por denuncias de maltrato hacia los vecinos en su función, sumado a las denuncias de violencia radicadas por parejas anteriores a Analía, fue dado de baja su contrato con el municipio.
Tenía denuncias por violencia por parte de otras parejas y uno de sus hijos. “Lo denuncié dos veces y pedí una restricción de acercamiento”, contó Antonella Coliqueo, expareja de Llanos en diálogo con TN.
“Después de que nos separamos, vino a mi casa en su horario de trabajo a pegarme. Lo denuncié y en la Comisaría de la Mujer me dijeron ‘si, es un violento’. Pero quedó ahí”, indicó.