Tras ser procesado en la causa Odebrecht, el exministro de Planificación sostuvo que no hubo irregularidades y que, de haberlas habido, no estuvieron bajo su control.
En la causa Odebrecht, la Justicia procesó a De Vido, Roberto Baratta, Ricardo Jaime y su testaferro Manuel Vázquez, Juan Pablo Schiavi y José López por delitos de negociaciones incompatibles y a exfuncionarios de menor rango por incumplimiento de los deberes de funcionario, mientras que a los empresarios involucrados les dictó la falta de mérito.
Bajo ese contexto, el exministro de Planificación De Vido apuntó contra los empresarios y aseguró que fue la expresidenta Cristina Kirchner la que decidió cómo se llevaría adelante la obra y negó haber beneficiado a la empresa Odebrecht y sus socias locales en el soterramiento del ferrocarril Sarmiento.
“¿Cómo es posible sostener el direccionamiento de una licitación sin atender a quienes supuestamente fueron beneficiados? Esta defensa niega enfáticamente todos los hechos constitutivos de la hipótesis delictual sostenida, sin embargo, recuerda a Vuestra Señoría que la corrupción no existe sin los empresarios, y sin la presión externa por conseguir los negocios beneficiosos para sus empresas”, aseguró De Vido, en la apelación que presentó su defensa y a la que accedió Infobae.
“Las garantías que aquí se reclaman son las mismas que se le han reconocido a los consortes de causa, y que le son sistemáticamente negada a decenas de exfuncionarios que son perseguidos, porque no hay otra palabra para el desconocimiento del derecho penal y procesal penal que no implique un direccionamiento del poder punitivo arbitrario por parte de sectores determinados de la justicia, por ser opositores, por representar aquello que determinados actores no quieren legitimar, destruyendo así, la poca institucionalidad que le queda a nuestra democracia en materia de justicia”, señaló luego de asegurar que existe una presión política y judicial concreta sobre quienes “ofician en cargos públicos institucionales en la justicia federal”.
En las próximas semanas, la Cámara Federal deberá revisar la resolución del juez Marcelo Martínez De Giorgi sobre la causa que investiga si existieron coimas para que Odebrecht y sus socias locales IECSA, Comsa y Ghella pagaron coimas a funcionarios públicos para conseguir la obra del soterramiento del ferrocarril y para ello se llevaron adelante distintas irregularidades en el proceso.
De Vido también criticó los procesos como el “Lava Jato”, o el “Mani Pulite”. Y apuntó contra Sergio Moro, el ex juez del caso Odebrecht hoy ministro de Justicia de Jair Bolsonaro.
Los abogados del exministro Maximiliano Rusconi y Gabriel Palmeiro afirmaron en su apelación que de la propia causa “queda en evidencia no sólo que las gestiones fueron desarrolladas en el marco de la Secretaría de Transporte, es decir, sin intervención de nuestro asistido, sino que la asignación de responsabilidad parte del cargo Ministerial ejercido por nuestro asistido y no por una concreta intervención, valorada y ponderada, con visos de ilicitud, encubrimiento, etc”.
aca hy una gran corrupcion enre ex funcionarios k y empresarios . si np pagas no te apruebo la obra sea cual fuere