El Presidente se presentó como testigo en Comodoro Py por pedido de la defensa de la vicepresidenta. “Una vez que el Presupuesto es aprobado es responsabilidad de cada ministro. No consulta al Presidente sobre cómo gasta el dinero”, dijo.
Ante el Tribunal Oral Federal 2 de Comodoro Py, el presidente Alberto Fernández declaró como testigo en el juicio por la Obra Pública que involucra a la vicepresidenta, Cristina Kirchner, el empresario Lázaro Báez y el exministro de Planificación, Julio De Vido y defendió a su actual vice.
El Presidente negó la existencia de “arbitrariedades” en la distribución de obra pública nacional y remarcó que le llama “mucho la atención” lo que se debate en el juicio oral por presuntas irregularidades en la provincia de Santa Cruz y sostuvo que se trata de “decisiones políticas no judiciables”.
Por otro lado, destacó que el expresidente, Néstor Kirchner, “siempre fue muy cuidadoso con las cuentas públicas” y remarcó que “tenía casi una obsesión con eso, que tuvo primero como gobernador y luego como Presidente”, según consignó Télam.
Cuando le preguntaron cuál era el criterio para distribuir obra pública, Fernández dijo que “son criterios discrecionales que tienen que ver con las necesidades que en cada jurisdicción se enfrentan. Eso no tiene una regla. Los criterios son criterios de lo que uno entiende de que lo que en ese momento está necesitando el país”. “No hay un criterio único para distribuir la obra pública. Es política y la política es el arte de manejar la realidad y la realidad es cambiante”, indicó.
Al mismo tiempo remarcó: “Quiero que entiendan que una vez que el Presupuesto es aprobado es responsabilidad de cada ministro. Cada ministro es autónomo. No consulta al Presidente sobre cómo gasta el dinero de su ministerio”.
Cuando le volvieron a preguntar sobre cómo asignaban los recursos en la Ley de Presupuesto y explicó: “Un presupuesto no es la decisión de un Presidente, todos los ministerios construyen sus números y eso es revisado por el Congreso nacional”.
El mandatario argentino declaró como testigo en el juicio que se sigue por presuntas irregularidades en la adjudicación de obra pública nacional en Santa Cruz entre 2003 y 2015, en una causa denominada como vialidad y en la que está imputada la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Su testimonio fue pedido por la defensa de la expresidenta y de otros dos acusados, el empresario Lázaro Báez y el exministro de Planificación Julio De Vido a raíz de su condición de ex Jefe de Gabinete en el kirchnerismo.
