Durante los alegatos, Agustín Rosa Torino aseguró ser inocente, acusó a sus denunciantes de mentir y de haberse complotado en su contra. “No tengo por qué pedir perdón”, dijo.
En el juicio por los hechos de abusos sexual denunciados por dos exnovicios y una exmonja del instituto Hermanos Discípulos de Jesús de San Juan Bautista, en Salta, el cura Agustín Rosa Torino enfrentará hoy los últimos alegatos para luego conocerse el veredicto.
Ayer, en su declaración aseguró ser inocente y hasta acusó a sus denunciantes de mentir y habló de un complot en su contra.“No estoy justificando ningún acto aberrante que haya cometido algún cura o la Iglesia. Creo que hay que enjuiciar y castigar, pero yo no cometí esos hechos. Veo con cuánta facilidad mienten y confunden”, se defendió.
Y agregó: “Desearía pedir perdón, me dijeron ‘pedí perdón’, y el perdón enaltece, pero de qué pediré perdón si no existieron”. Rosa Torino remarcó que estuvo nueve meses en la cárcel “sin quejarse, obedeciendo”, y aclaró que actualmente se encuentra libre y no con prisión domiciliaria.
Por otra parte, respecto a los tres denunciantes sostuvo que todo fue un complot: “Qué casualidad que las tres denuncias sean iguales, con las mismas frases”. El sacerdote reiteró que todas las acusaciones en su contra son injurias y se preguntó: “¿Cómo voy a manosear a un joven? ¿Con qué fin? ¿Qué gozo puedo tener?”.
El cura fundador del instituto Hermanos Discípulos de Jesús de San Juan Bautista está acusado de abuso sexual gravemente ultrajante agravado en perjuicio de dos víctimas y abuso sexual simple agravado, en perjuicio de una tercera.
