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Triple crimen de General Rodríguez: falta de mérito para Pérez Corradi

Pérez Corradi, detenido en la cárcel de Marcos Paz y condenado por contrabando de efedrina, ya había sido beneficiado con falta de mérito en 2016, por la causa iniciada por los asesinatos de los empresarios Forza, Ferrón y Bina, ocurrido en 2008.

La Justicia volvió a dictar la falta de mérito al detenido Ibar Pérez Corradi en la causa en la que se investiga el triple crimen de General Rodríguez, en el que fueron asesinados Leopoldo Bina, Damián Ferrón y Sebastián Forza en agosto de 2008.

En su resolución, la jueza federal María Servini concluyó que “el cuadro probatorio existente hasta el momento, no permite a esta Magistrada procesar o sobreseer al encausado por estimarlo insuficiente”.

Servini había dictado falta de mérito a Pérez Corradi en 2016, pero esa decisión fue anulada por la Cámara Federal porteña en 2017, que ordenó nuevas medidas de prueba.

Al dictarle falta de mérito por segunda vez, la magistrada ordenó profundizar la investigación por los hechos e insinuó que podría haber otros partícipes, además de los ya condenados por los asesinatos que fueron vinculados a multimillonarias maniobras de tráfico ilegal de efedrina por parte de bandas de narcotraficantes.

Por los asesinatos se condenó en un juicio oral a Martín Lanatta, Marcelo Schillacci, Víctor Schillaci y Cristián Lanatta como partícipes necesarios de privación ilegítima de la libertad y triple homicidio agravado con ensañamiento, y alevosía. Pérez Corradi fue desde un principio aludido como supuesto ideólogo de los crímenes.

Pérez Corradi está detenido en la cárcel de Marcos Paz, condenado por contrabando de efedrina y ya había sido beneficiado con falta de mérito por la propia Servini en 2016, en la causa iniciada por los asesinatos de los empresarios, a quienes se vinculó al tráfico de efedrina.

El hecho ocurrió hace casi 13 años, cuando el 7 de agosto de 2008, Forza, Ferrón y Bina desaparecieron tras haber ido a una reunión en el hipermercado Walmart de Sarandí. Los tres fueron asesinados a balazos y sus cuerpos guardados y preservados en frío hasta que los arrojaron en un zanjón del partido de General Rodríguez, donde fueron encontrados el 13 de agosto, con signos de haber estado maniatados.