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Maltrato animal en La Pampa: mutiló a un puma y ahora deberá pagar una “cuota alimentaria”

El animal de tres años perdió una pata en una trampa intentando escapar. Ahora, se recupera en una reserva de Calamuchita.

Un hombre que mutiló a un puma de tres años con una trampa deberá pagar una “cuota alimentaria” por maltrato animal.

Su cazador deberá abonar una cuota para su manutención mientras viva (estiman que pueden ser 15 a 20 años más). En un “acuerdo de reparación” avalado por la Justicia, el productor agropecuario Sergio Neubauer debe depositar una suma mensual de $4.000, ajustable cada seis meses.
Con ese monto, se cubre parte de los gastos en alimentación. A su vez, debe aportar material de concientización y educación ambiental.

En su defensa, dijo que la trampa tenía como finalidad un jabalí, cuya caza está liberada, para preservar su ganado vacuno. Pese a que su uso está prohibido, aseguran que este tipo de trampas se consigue en cualquier ferretería.

Además, podría haber lesionado a alguno de los trabajadores del parque o a cualquier persona que pasara por allí. De hecho, está prohibida la caza del puma o de cualquier animal silvestre.

El incumplimiento del pago desencadenará la continuidad de la causa judicial, que podría terminar con un fallo que ordene la cárcel, informó Viviana Antoci, intendenta del Parque Nacional y encargada de impulsar la demanda penal. “Sienta un precedente legal para posibles luchas posteriores”, valoró.

En paralelo, se inició una demanda civil, aún en proceso, que podría condenar al pago de una multa que al menos permita recuperar parte de los 300 mil pesos de los gastos operativos que se destinaron al rescate y recuperación de la puma.

La caza

En el hecho, ocurrido en el Parque Nacional Lihué, de La Pampa, el animal perdió una pierna en una trampa y por primera vez un caso de violencia en perjuicio de un animal de la fauna silvestre obtiene un resarcimiento económico.

Cuando los brigadistas la encontraron hacía horas que saltaba de un lado al otro, intentando escapar: una de sus patas delanteras quedó aprisionada y triturada por los feroces dientes de una trampa “de oso” o “leonera”. Tras el rescate, la primera intervención y amputación, en el mismo sitio.

Ahora, la puma se recupera en una reserva de fauna de Calamuchita, Córdoba.